
Real Monasterio de San Pascual
Fundación
El Convento de San Pascual fue fundado por el Rey Carlos III el grande, construido a sus expensas y dirigido por el ingeniero D. Francisco Sabatini jefe de ingenieros y maestro mayor de palacio, auxiliado del teniente y facultativo italiano D. Luis Bernasconi. Comenzó a construirse, debido a la devoción que dicho Rey tuvo a la religión descalza de San Pedro de Alcántara y a su fundador San Francisco, el mes de Agosto 1765

y se concluyo dicha construcción a finales de Enero de 1770 bendiciéndose y diciendo la primera misa el día del Santo tutelar el 17 de Mayo
Cédula de Constitución
Carta Manuscrita de su Alteza Real Carlos III y Cédula de la Constitución del Real Monasterio de San Pascual
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La fachada

Fachada del Convento de San Pascual
De esta forma tan prodigiosa describe Don Juan Antonio Álvarez de Quindos y Baena, criado de S. M., el convento de San Pascual:
"La arquitectura de la fachada es de orden dórico con columnas y pilastras en el primer cuerpo, con frontispicio en el centro y un escudo de las armas Reales en el segundo cuerpo: a los lados dos torrecitas, en que están el reloj y las campanas, que hacen bella armonía. En lo interior guarda el mismo orden y la figura de cruz latina con dos cuerpos y cuatro capillas. La mayor con su crucero y media naranja proporcionada."
El convento
Siguiendo con la narración de Don Juan Antonio Álvarez de Quindos y Baena “A la parte del mediodía está el convento de sólida fábrica de bóveda con rosca de ladrillo, sin más madera que las puertas, ventanas y armadura. Los claustros alto y baxo son capaces, con un bello patio en el centro: todas las oficinas cómodas y proporcionadas, dirigidas por dos religiosos que corrieron con la obra; y no tienen mayor amplitud los dormitorios por no permitirlo su regla: los del piso principal para la comunidad de la casa, (En dicho convento se establecieron, en las celdas altas, la comunidad de descalzos de San Gil compuesta de 22 sacerdotes, 2 coristas y 4 legos, presididos por Fray Luis de Consuegra, último confesor de Carlos III, y en las celdas bajas los Reli-

giosos de San Buenaventura de Ocaña) y los del baxo para la de San Buenaventura de Ocaña, del mismo orden, que asisten en el Sitio las jornadas de S. M.

En el refectorio hay un buen cuadro de la última cena de nuestro salvador, pintura de Don Mariano Maella y en los ángulos del claustro baxo cuatro grandes y maravillosos de Don Francisco Bayeu, que representan la Anunciación de nuestra Señora, el nacimiento del Señor, su ascensión a los cielos, y la venida del Espíritu Santo. También es de la misma mano una nuestra Señora con su santísimo Hijo en los brazos, colocada en el antepecho del coro.Por parte del medio día y oriente circunda al convento una huerta, jardín y
bosque con todo género de árboles frutales, laureles, pinos, cipreses, olivas, parra y otros."
Trascripción de unas normativas para la comunidad descalzos de San Francisco según narra Juan Antonio Álvarez de Quindos y Baena en su obra: Descripción Histórica del Real Bosque y Casa de Aranjuez (1804) "Todos sus sacrificios y oraciones, a excepción de las obligaciones de la Orden y de sus hermanos, se han de aplicar por sufragio del fundador y por la salud y aciertos de S.M. reinante, sin que puedan salir a predicar ni celebrar misa fuera de su casa, ni tomar limosna de particulares. Han de asistir a decir misa los días de precepto a los oratorios de estos bosques que el Gobernador les señale. Ha de haber siempre un religioso señalado para agonizante, que salga a socorrer a los fieles, y los confesores tengan continua asistencia al confesionario. Para firmeza y perpetuidad de estas condiciones se otorgo escritura solemne por el Gobernador Don Francisco Pascual de Bonanza y el Capítulo provincial de la Orden ante el escribano de esta Gobernación Jacinto López de Lillo, en Aranjuez a 26 de Agosto de 1770...".
En la narración de D. Juan Antonio Álvarez, los Franciscanos se establecieron en el piso principal, dejando las celdas del claustro bajo para los religiosos de San Buenaventura de Ocaña que asisten en el Sitio las jornadas de su Majestad.
Posteriormente se aumento el número de religiosos, instalándose una cátedra de gramática latina y escuela de niños, en los años 1818 y 1825.
En 1836 tuvo lugar su desahucio por la extinción de las comunidades religiosas y como consecuencia, cerrado su templo al culto público. Se volvió a abrir en 1845, con un rector y dos capellanes, devolviéndose además las ropas, librería y algunas alhajas que habían sido trasladadas a Palacio. Asimismo fueron devueltas las reliquias de San Pascual y San Diego de Alcalá, que desde la inauguración se habían colocado en las hornacinas del Presbiterio.En el año 1852 los reyes dieron permiso para que se estableciese en dicho convento la comunidad de misioneros Franciscanos Descalzos de San Gregorio; pero con motivo de la revolución de 1854 lo abandonaron el 5 de Agosto

de dicho año trasladándose a uno de su propiedad situado en Pastrana.Siguió la iglesia abierta al culto público, sosteniendo su culto dos capellanes de este Real Sitio, hasta el 17 de Abril de 1857 en que por concesión de los Reyes y orden del Cardenal Arzobispo de Toledo, se traslado al convento la Comunidad de
Concepcionistas Franciscanas de Torrelaguna.
Se narra, en la información facilitada por la Madre Sacramento, "para historiar más extensamente el establecimiento de dicha Comunidad Religiosa en este Real Sitio de Aranjuez, nos remontaremos al nacimiento de la Venerable Madre que la presidía y que en nombre de ella aceptó la donación que magnánimamente le hizo S.M. Isabel II.